martes, 18 de febrero de 2014

Asumir la propia libertad y dejar que el Señor nos cambie el corazón


Reflexiones en torno al VI Domingo del Tiempo Ordinario (ciclo A)
Domingo 16 de febrero 2014

 
El pecado original - Miguel Ángel Buonarroti (1512)
Capilla Sixtina - Ciudad del Vaticano
Visita virtual de la capilla
Darnos cuenta de la libertad que tenemos, de este enorme y arriesgado don que nos ha hecho el Señor al crear al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza, nos debería llevar al agradecimiento. Dios nos pone casi a su mismo nivel, nos sitúa como interlocutores suyos con los que establece un pacto entre seres libres. Por eso la característica fundamental del ser humano es su libertad, que le permite escoger el camino de su vida. A veces, tomar conciencia de nuestra libertad no da miedo por la responsabilidad que implica y casi desearíamos no tenerla y que alguien nos lleve por donde hay que ir.

En la primera lectura de hoy encontramos una bella reflexión sobre el tema de la libertad y de nuestra responsabilidad, reflexión que es para nosotros palabra de Dios al formar parte de los textos inspirados que constituyen la Biblia. Frente a los que se quejan diciendo ‘por culpa del Señor me he desviado”, ‘ha sido el Señor que me hecho caer’, el autor del Eclesiástico dice: ‘¡No, no, no! La responsabilidad es tuya y no de otros de que tú te hayas desviado. El Señor ha puesto delante de ti fuego y agua, vida y muerte, bien y mal, y tú eres el que decide; tú eres el que extiendes la  mano hacia uno u otro’. No podemos culpar a Dios de que hagamos el mal, ni podemos excusarnos en los condicionamientos que tenemos o hemos tenido, en nuestros padres, en la sociedad que nos rodea, en el hecho de ‘que todos hacen lo mismo’. ¡No! Tú y yo tenemos ante nosotros el bien y el mal y somos tú y yo los que elegimos entre ellos.

Pero el Señor no solo nos ha dado el libre albedrío para decidir entre una cosa u otra, sino también
Decálogo de Jekuthiel Sofer (1768)
Bibliotheca Rosenthaliana, Ámsterdam (Holanda)
wikipedia.org
nos ha revelado cuál es el camino del bien, cuál es el camino que lleva a la vida, a la plenitud del hombre y la mujer, y nos ha señalado también los caminos falsos, aparentemente más fáciles, pero engañosos, que llevan a la muerte y a la nada. Lo ha hecho dándonos la ley en el Antiguo Testamento que aclara esos principios de la ley natural que ya llevamos inscritos en nuestra conciencia. Así tenemos los Diez Mandamientos que son diez palabras de vida. En el evangelio de este domingo Jesús afirma que esta ley sigue valiendo para sus discípulos, más aún, afirma que él ha venido a llevarla a su plenitud. Jesús pide a los suyos, a nosotros, que estamos llamados a ser sal de la tierra y luz del mundo, que vayamos más allá de un cumplimiento meramente formal o exterior de la ley, y que la guardemos con nuestro corazón, con nuestros deseos y actitudes más profundas, de un modo totalmente coherente, en el que lo exterior es fiel reflejo de lo somos dentro. Por tanto, no solo no hay que matar físicamente a otro, sino hay que evitar matarlo también en nuestro corazón. No solo no hay que acostarse con el cónyuge de otro, sino tampoco hay que desear hacerlo. No solo hay que vivir en paz con los demás, sino si sabemos de alguien que tenga quejas contra nosotros tenemos que ir a reconciliarnos con él antes de presentar la ofrenda. No solo hay que decir la verdad, sino hay que evitar tener que jurar para que lo demás confíen en lo que afirmamos. Jesús lleva la ley a la perfección que pueden vivir los limpios de corazón, los que no tienen doblez, los que han interiorizado esa ley hasta identificarse con ella y con la voluntad de Dios. Ellos son los que han recorrido hasta el final el difícil camino de la unificación personal y se vuelven como una luz sobre el candelero que alumbra a todos los de la casa.

Pero bien sabemos que a esto no hemos llegado de momento. Sabemos que somos libres y que
Fuente de la imagen: raoulwallenberg.net
podemos elegir el bien y que no debemos culpar a Dios ni a los demás si no lo hacemos. También sabemos que la ley es buena y nos enseña el camino de la vida. También vemos como Jesús, ejerciendo de maestro exigente que quiere sacar lo mejor de sus alumnos, nos invita a interiorizar esta ley y a vivirla con total coherencia. Sin embargo, reconocemos también que estamos lejos de cumplir esto.


 Pero esta constatación no nos entristece porque el evangelio es buena noticia, es profecía de lo que el Señor quiere hacer con nosotros, transformándonos en hombres nuevos, cambiándonos el corazón, dándonos un corazón de carne que ama de verdad a Dios sobre todas las cosas y a los demás como a nosotros mismos. ¡Que así sea!

sábado, 8 de febrero de 2014

Chequeo al ecumenismo en España

Entrevista en Radio Exterior de España con ocasión de la 
Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2014

Lo que sigue es el texto preparado para una entrevista que se me hizo en el programa Horizonte de Radio Exterior de España, presentado por el Padre Manuel Muñoz, con ocasión de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos y que se emitió el sábado 25 de enero 2014.


-  Como hemos venido señalando en este y en anteriores programas, del 18 al 25 de enero, un año más, y ya van más de cien, todas las Iglesias y confesiones cristianas celebran la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. En España, en la CEE, el responsable de ecumenismo es el sacerdote romano-madrileño Manuel Barrios Prieto, con quien ya conversamos.

            Sí, está bastante bien dicho lo de ‘sacerdote romano-madrileño’. Porque aunque nací en Madrid hace 51 años de padres canarios, he vivido toda mi infancia y juventud en Roma. Me formé en el Seminario Romano de San Juan Letrán y fui ordenado sacerdote en 1988 para la diócesis de Roma. Sin embargo, ya llevo 15 años en Madrid, donde soy párroco y he sido delegado episcopal durante varios años de Pastoral Familiar.

-- ¿Cuándo y por qué llegó Manuel Barrios al mundo del ecumenismo?

            Yo diría que los comienzos están en el colegio en el que estudié en Roma, que era un colegio
El Rev. John Macquarrie
Fuente de la imagen: nytimes.com
internacional inglés donde me encontraba a diario con compañeros de distintas confesiones cristianas y diferentes religiones, con muchos de los cuales sigo conservando relaciones de amistad que se han visto facilitadas en los últimos años por las redes sociales. De una forma más específica, mi interés por el ecumenismo se fortaleció al escribir mi tesis doctoral en la Universidad Gregoriana que vertía sobre los escritos de un teólogo anglicano escocés que en sus inicios había sido presbiteriano. Esto me llevó a familiarizarme con la teología protestante y a establecer contactos y a conocer la Iglesia de Inglaterra. Este teólogo, John Macquarrie, ha sido también un convencido impulsor del ecumenismo y del diálogo interreligioso y sus libros han sido muy influyentes en la formación de los ministros de la comunión anglicana.

 -- ¿Para servir en este ámbito pastoral, se necesita una vocación específica?

Yo diría que se necesita más bien tener una cierta sensibilidad: sentir un cierto dolor, una cierta pena, por la desunión de los cristianos y sentirse llamado a comprometerse para que el deseo del Señor, que expresó en su oración sacerdotal en la última cena de que todos sean uno, se haga realidad. Quizás ya en un segundo momento también son útiles ciertas dotes diplomáticas para evitar herir inútilmente sensibilidades en un ámbito donde aún perduran desavenencias del pasado, y quizás también dotes teológicas para poder acercarse sin miedo todo lo permisible a los hermanos separados.

-- ¿En qué medida la pastoral ecuménica es, de hecho, y ha de ser, como principio y necesidad, una acción pastoral de toda la Iglesia?

            En la medida en que la Iglesia se involucra en la tarea misionera y evangelizadora, que es su razón de
X Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias
ser, se hace cada vez más necesario trabajar por el testimonio unido de todos los cristianos, ya que se percibe con mucha claridad que la desunión es un fuerte impedimento para la evangelización.

-- En este sentido, ¿con que otros sectores pastorales es imprescindible la intercolaboración de cara a un buen trabajo y servicio pastoral?

            Es verdad que hay algunos sectores pastorales que están más directamente relacionados con el ecumenismo y el diálogo interreligioso como el de las misiones, el de las migraciones, el del turismo, el penitenciario, el de la acción social, etc. Sin embargo, creo que el espíritu ecuménico, es decir el deseo de trabajar juntos con todos los cristianos, debe de estar presente en todas las acciones de la Iglesia. Por ejemplo, en la pastoral familiar y de la defensa de la vida humana a la que me he dedicado muchos años, se pueden llevar a cabo muchas iniciativas con los hermanos de otras Iglesias y comunidades eclesiales, como también con miembros de otras religiones que comparten nuestra misma visión del hombre y de la familia. Esto ya se hace en algunos países con muy buenos resultados.

-- Con todo, ¿sigue siendo en España una “maría” de la pastoral el ecumenismo?

            En España la situación sociológica cuenta mucho. Tenemos que tener presente que en nuestro país más
Sede de la Conferencia Episcopal Española
o menos el 73% de la población se declara católica aunque después más de la mitad no participe regularmente en los actos de culto, mientras que los miembros de otras confesiones cristianas y religiones no pasan del 2,5 por ciento. Aunque esta realidad pueda verse afectada por la inmigración como ha pasado en los últimos años, los no católicos siguen siendo una pequeña minoría en nuestro país. Sin embargo, de esto no se si sigue que se deba descuidar la labor ecuménica, aunque no se perciba con la misma necesidad y urgencia que en otros lugares donde los católicos son minoría y con frecuencia minoría perseguida. Los católicos estamos llamados a sentir con toda la Iglesia y a llevar a cabo nuestra acción de acuerdo con las orientaciones eclesiales que valen para todos.

-- En la CEE, ecumenismo, en cuanto a organismo, está unidos a diálogo interreligioso. De hecho, la Comisión Episcopal cuyo secretariado diriges desde hace dos años y medio se denomina Comisión Episcopal para las Relaciones Interconfesionales. Explícanos lo que esto significa y cómo coordináis los trabajos en estos dos sectores.

            Yo personalmente preferiría que la Comisión se llamase de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso como en otros lugares, ya que son dos ámbitos de acción muy distintos y con finalidades diferentes. Con los hermanos cristianos separados buscamos la unidad visible, mientras que con los miembros de otras religiones perseguimos un diálogo sincero, el conocimiento mutuo, y la colaboración para el bien común de la sociedad y el progreso humano. Las palabras ‘confesión’ y 'confesional’ pueden llevar a confusión.

-- Por cierto, Madrid acogió en octubre una cumbre internacional para el diálogo entre católicos y judíos. Haznos una breve referencia de la reunión y de sus principales conclusiones.

            Fue una reunión de un organismo que surgió a raíz del Concilio Vaticano II, llamado Comité de Enlace
Reunión del Comité de Enlace en Madrid en octubre 2013
Judeo-Católico (Jewish-Catholic Liasion Committee), que tiene la finalidad de servir como un instrumento de diálogo del más alto nivel entre la Iglesia católica y el mundo judío y que se reúne cada dos años. La reunión de octubre en Madrid fue la XXII y tenía como tema “desafíos a la religión en la sociedad contemporánea”. Participaron 50 delegados nombrados a partes iguales por la Pontificia Comisión para las Relaciones Religiosas con el Judaísmo y el Comité Judío para las Consultas Interreligiosas (
International Jewish Committee for Interreligious Consultations). Entre los participantes católicos estaban los cardenales Koch, Rouco Varela y Sistach, los arzobispos de Toledo y de Granada, varios profesores universitarios y expertos. Fueron unos días de intenso encuentro interpersonal y debate sobre temas de interés común. También se hicieron algunas visitas a sitios emblemáticos, como la ciudad de Toledo y la sede de la Comunidad Judía de Madrid. Una de los temas que salió más fue la persecución de cristianos en Oriente Medio y la preocupación que esto causa también en la comunidad judía.

 -- Con el Islam, ¿qué relaciones y cauces de diálogo y colaboración hay en España?

            De momento con el Islam las relaciones son más a nivel personal que institucional. Creo que es uno de los grandes retos para el futuro.

-- Volvamos al ecumenismo, al mundo intercristiano. ¿Cómo se prepara en la Iglesia en España la Semana de Oración de la Unidad: materiales, sensibilización?

            La Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos se prepara sobre la base de un material que es

elaborado conjuntamente por la Comisión “Fe y Constitución” del Consejo Mundial de Iglesias y el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, a la luz de una propuesta que les llega de un grupo ecuménico local. A partir de ese material las Iglesias particulares y las comunidades eclesiales locales elaboran su propuesta y sus iniciativas para la Semana.

-- ¿Cuál ha sido su lema del 18 al 25 de enero, bien recientes?

Este año le tocó a un grupo del Canadá preparar la propuesta inicial que, partiendo de la riqueza natural y la multiculturalidad que caracteriza su país, eligió como texto bíblico de referencia un pasaje tomado de la primera carta a los Corintios de San Pablo en el que se encuentra la pregunta ¿Esta Cristo dividido?, que es lema de este año. En la propuesta que nos hacen se nos invita a saber agradecer y valorar los dones espirituales presentes en otras Iglesias y comunidades y a darnos cuenta de nuestra fundamental unidad en el bautismo y en la cruz de Cristo. Nosotros, en el hemisferio norte, acabamos de celebrar esta semana, pero en hemisferio sur, en el que ahora es verano, se suele celebrar alrededor de Pentecostés.

-- ¿Y cómo se celebra? Ponnos algunos ejemplos.

En Madrid, por ejemplo, donde soy delegado episcopal de ecumenismo, se celebra desde dos perspectivas. Por un lado, todas las parroquias, comunidades religiosas, colegios y capellanías reciben el folleto y los materiales de modo que puedan organizar según sus circunstancias un camino comunitario a lo largo de esos días. Por otro lado, también se propone conjuntamente con las demás Iglesias y comunidades eclesiales un programa de celebraciones ecuménicas en varios templos de la ciudad. También es importante que los católicos a título personal se unan a esta plegaria, utilizando para su oración personal a lo largo de la semana los mismos textos. En Madrid es oportuno destacar la importante labor que en este ámbito lleva a cabo el Centro Ecuménico Misioneras de la Unidad.

-- ¿Qué significa, qué está aportando el Papa Francisco para el ecumenismo?

            Bueno, creo que es indudable el fuerte impulso que el papa Francisco está dando al ecumenismo desde
Fuente de la imagen: revistaecclesia.com
la primera semana de su pontificado. Han sido muchos los discursos y gestos en este sentido, desde recibir a los representantes de las demás Iglesias y comunidades eclesiales y religiones el día después del inicio solemne de su pontificado, al reciente anuncio de su viaje a Tierra Santa que tiene un marcado carácter ecuménico e interreligioso. Junto con la conversión misionera y evangelizadora de la Iglesia, la atención preferencial por los pobres y la reforma de la curia, será sin duda uno de los grandes temas de este pontificado.

 -- Francisco habla de una nueva dimensión ecuménica: la de la sangre, la del martirio.

Sí, lo hizo el pasado el mes de diciembre en una entrevista y es una perspectiva muy interesante a la luz de la persecución de los cristianos en distintas partes del mundo y de una Iglesia que en el siglo veinte ha vuelto a ser Iglesia de mártires, como decía Juan Pablo II. Habrá que ver como se desarrolla esta interesante perspectiva.

-- A los 50 años del histórico encuentro y reconciliación en Tierra Santa entre los entonces Obispo de Roma y
Patriarca de Constantinopla, sus actuales sucesores, Francisco y Bartolomé, reeditarán el 25 de mayo próximo otro encuentro. ¿Qué supone el 5 de enero de 1964 en Jerusalén y cuáles son las expectativas del encuentro del 25 de mayo?

       Evidentemente, el encuentro del 5 de enero de 1964 fue un rencuentro histórico con muchísima repercusión ecuménica. Tuvo lugar después de la segunda etapa del Concilio Vaticano II, cuando ya se habían empezado a debatir los esquemas sobre la Iglesia y el ecumenismo. Poco después de ese encuentro se estableció el Secretariado para los no cristianos y se promulgaron estos documentos y se levantaron por ambas partes los decretos de excomunión vigentes desde hace siglos. Mucho cabo esperar, por tanto, de este próximo encuentro en mayo de este año en la Ciudad Santa.

-- ¿Sigue siendo tan importante el ecumenismo de los gestos?

Evidentemente, junto con el espiritual, el institucional, el de la caridad y el teológico, para que los gestos tengan contenido.

-- En 50 años, en este medio siglo, el ecumenismo ha avanzado más que un milenio. Recuerdas algunos hitos de este recorrido y señala las cuestiones pendientes.

            Muchísimos, desde las distintas comisiones mixtas y los importantes documentos que de ellas han
Fuente de la imagen: protestantedigital
surgido, como el de la justificación. Sobre todo destacaría el buen clima que se ha creado en las relaciones ecuménicas, que es fundamental para seguir progresando en el camino hacia la unidad visible y que era algo impensable antes del Concilio.

-- ¿Qué datos tienes del diálogo, de la cercanía Roma-Moscú-Moscú-Roma?

            Es un diálogo complicado por cuestiones históricas y por la presencia católica en Rusia, aunque las relaciones personales son muy buenas y se han dado pasos importantes en los últimos meses..

-- ¿Por qué caminos, ante su pluralidad y hasta dispersión, se ha de seguir avanzando en las relaciones con los hermanos cristianos surgidos de la Reforma Protestante?

El diálogo con las Iglesias surgidas de la reforma implica hoy tratar, además de los temas teológicos e institucionales, como el lugar de la mujer en la Iglesia, cuestiones también éticas relacionadas con la familia y la sexualidad que hacen más complejo este diálogo.

-- Participaste, Manuel, en octubre, en una reunión internacional en Corea de Consejo Mundial de la Iglesias (CMI). ¿Qué es el CMI y qué misión tiene?

Oración de apertura de la X Asamblea del CMI
El Consejo Mundial de Iglesias se define como una “comunidad (fellowship) de iglesias que confiesan al Señor Jesucristo como Dios y Salvador”. Representa actualmente a más de 300 Iglesias y es probablemente la expresión más importante del movimiento ecuménico. Aunque la Iglesia católica no es miembro de este consejo, participa como observadora en sus reuniones y es su interlocutor principal para el diálogo ecuménico.

-- Por favor, en un minuto, haznos una crónica del encuentro del CMI en Coria, su significación, perspectivas…

            Fue una intensa experiencia ecuménica, de encuentro con hermanos separados de muchos países y tradiciones eclesiales distintas, de oración en común, de debate sobre temas de interés común. Entre las distintas cosas surgidas, de esta X Asamblea destacaría una importante declaración sobre la misión que está llamada a inspirar la acción evangelizadora de las Iglesias pertenecientes al Consejo Mundial en los próximos años y que tiene muchas similitudes con la Exhortación Apostólica Evangelii gaudium, por ejemplo su insistencia sobre el protagonismo de Dios y del Espíritu en la misión.