Homilía
Domingo 21 de abril de 2013
IV
Domingo de Pascua (ciclo C) - Domingo del Buen Pastor
Jornada
Mundial de Oración por las Vocaciones
Memoria
de san Anselmo, obispo y doctor de la Iglesia
2765
cumpleaños de Roma
Una de las
cosas que más nos ayudan a crecer en nuestra vida cristiana es familiarizarnos con
la vida
de los grandes santos. La sociedad consumista en la que vivimos nos
propone continuamente de forma explícita, y mucho más frecuentemente de forma
implícita, modelos de personas a seguir para alcanzar el éxito y la felicidad
que bien sabemos lo engañosos que pueden ser. Tener presente la vida de los
grandes santos nos ayuda a contrarrestar esto, proponiéndonos a nosotros mismos
modelos auténticos de una existencia cristiana y humana vivida en plenitud.
San Anselmo de Canterbury Fuente de la imagen: blogs.anselm.edu |
Entre los
grandes santos de la Iglesia, hoy, 21 de abril, hacemos memoria de san Anselmo,
obispo y doctor de la Iglesia, una de las figuras más ilustres del siglo XI, un
hombre verdaderamente europeo: nacido en Aosta, Italia, monje de la Abadía
benedictina de Bec en Normandía, Francia, y finalmente obispo de Canterbury y
primado de la Iglesia de Inglaterra. Fue un gran pastor, un gran teólogo y un
gran místico. Una persona verdaderamente fascinante que nos incita a una vida cristiana
más auténtica y valiente.
Como pastor defendió la libertad de
la Iglesia contra las injerencias indebidas de los poderes civiles,
especialmente de los reyes. Sabía bien que ‘la esposa de Cristo es libre y no
esclava’; una expresión favorita suya era que “nada amaba tanto Cristo en este
mundo como la libertad de la Iglesia”. Esto le llevó a ser perseguido y a sufrir
el destierro. Sin embargo, cuando pudo volver a Inglaterra después de que le
rey Enrique I renunciara a su pretensión de conferir las investiduras eclesiásticas
y de confiscar los bienes de la Iglesia, fue acogido con mucho júbilo por el
pueblo y el clero.
Catedral de Canterbury |
De ahí que la tercera
faceta de san Anselmo sea la que lo resume todo y nos da la clave fundamental
para
entender su rica personalidad, es decir su dimensión mística, su profunda
experiencia de Dios que marcó toda su vida a partir de un sueño que tuvo
cuando era niño y que, no obstante su vida disipada de los primeros años de
juventud, se hizo realidad al encontrarse con Lanfranco de Pavía que lo llevó a hacerse monje en el monasterio de Bec. San Anselmo acoge el dato de la fe
como un don, con humildad, para después hacerlo experiencia de vida,
encarnarlo, y llegar así a una intuición contemplativa del misterio de Dios.
Este camino para llegar a la experiencia mística, a la intuición contemplativa
de los misterios de nuestra fe, es válido para todos los cristianos, y puede que hoy sea casi
una necesidad. Decía el gran teólogo Karl Rahner que el ‘cristiano del siglo XXI o
será un místico o no será'.
Mensaje para la Jornada de este año de Benedicto XVI |
Este cuarto domingo de Pascua se llama también el domingo del ‘buen
pastor’ porque se nos proclama una parte de capítulo 10 del evangelio de san
Juan en el que encontramos esta imagen, o comparación, que se pone en los labios
de Jesús para hablar de él y de su relación con nosotros. Puede que esta imagen
no nos resulte muy familiar a nosotros, sin embargo tiene profundas raíces bíblicas
y un importante significado existencial-relacional. En Jesús se cumplen las profecías
mesiánicas de un pastor que apacentara según el sentir de Dios,
único y verdadero pastor del pueblo elegido. Jesús es el pastor bueno -ó kalós-, bello, que quiere de verdad a sus ovejas, que las conoce
a cada una por su nombre, que las cuida y protege y las conduce a los buenos
pastos. Las ovejas también lo conocen a él; reconocen su voz entre otras; se
fían de él.
Loba capitolina |
Este domingo del buen pastor
es también la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. Nos unimos a toda
la Iglesia pidiendo al ‘dueño de la mies que mande obreros a su mies’. Sabemos la
necesidad que hay de pastores, de buenos pastores. También rezamos por los
pastores que el Señor nos ha dado para que cumplan su misión con fidelidad y
valentía. ¡Qué importante es para nuestra vida cristiana encontrarnos con
buenos pastores que nos sepan conducir a la vida eterna, como lo fue para
Anselmo encontrarse con Lanfranco!
Entre los pastores de la Iglesia
ocupa un puesto destacado el que sucede a san Pedro como obispo de Roma. Hoy, 21
de abril, que es el día en que se celebra el cumpleaños de la ciudad eterna,
rezamos especialmente por él, por el papa Francisco.
No conocía a este santo... Gracias por compartir conocimiento :-) Un abrazo en la luz de Dios.
ResponderEliminarhttp://frasesdedios.blogspot.com.es/
Si me permites una sugerencia, quizás sea mejor que desactivaras la palabra de verificación. Esto suele frenar mucho a los comentaristas, sobre todo si tienen algún problema en la vista porque a veces son realmente complicadas de descifrar. Además no es necesaria, ya que el spam se puede evitar permitiendo los comentarios sólo de los usuarios de blogger.
ResponderEliminarEspero no haberte molestado :-)
Un abrazo
http://frasesdedios.blogspot.com.es/
Ok. Seguiré tu consejo que agradezco, aunque cuando la he tenido desactivada me ha llegado bastante spam y no me parece buena idea permitir que hagan comentarios solo los usuarios de blogger. Un abrazo y me alegra mucho que leas lo que escribo.
EliminarCon la venia, sr. Barrios.
ResponderEliminarPermítame que no esté de acuerdo con eso de "alcanzar el entendimiento partiendo de la fe". Cualquiera sabe que la palabra "fe" es justamente la que los cristianos usan para rellenar los huecos donde su doctrina adolece de razón y lógica o cuando es incapaz de transmitir entendimiento alguno.
Saludos.
Con la venia, sr. Barrios.
ResponderEliminarPermítame que no esté de acuerdo con eso de "alcanzar el entendimiento partiendo de la fe". Cualquiera sabe que la palabra "fe" es justamente la que los cristianos usan para rellenar los huecos donde su doctrina adolece de razón y lógica o cuando es incapaz de transmitir entendimiento alguno.
Saludos.
Es verdad que la fe a veces se ha entendido (y se ha utilizado) como expediente para tapar los huecos que deja la razón. Sin embargo, muchos no la comprendemos ni la utilizamos así. Para nosotros es un modo de aproximación a la realidad que siempre nos supera, distinto al de la razón discursiva, pero igualmente legítimo.
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